lunes, 20 de febrero de 2012
El sueño americano de Isabel.
En multitud de ocasiones hemos oído hablar del sueño americano, un sueño que muchos buscaron de múltiples maneras y formas.Algunos lo consiguieron, otros, se quedaron en el camino. Los primeros tuvieron un cambio radical en sus vidas, mientras que los segundos, optaron, en algunos casos, por no cejar en su empeño.
Mi personalidad escéptica me hace dudar de muchas cosas y una de ellas son los sueños, sobre todo cuando estos se disfrazan de ilusiones desengañadas de forma consecutiva.. Sin embargo, en estos días, una mediofondista, discreta en su carácter mediático, pero constante, trabajadora y amante de lo que hace cada día, me ha demostrado que quizá creer en algunos sueños es aún posible. Su nombre Isabel, su linaje Macias Chow. Aragonesa con tintes exóticos que ha desbordado los límites del tartán americano y ha disfrutado del nirvana del corredor. Su trabajo durante multitud de sesiones, los obstáculos que en temporadas pasadas encontraron sus zancadas, han merecido la pena, yo he sido testigo mudo de sus dificultades pasadas y también, de su resurgir espartano.
Apenas cuatro minutos y unos pocos segundos, han hecho de Isabel una figura de nuestro mediofondo, alguien que se ha ganado, a golpe de zapatilla y series rutinarias, el puesto que se merece en el Olimpo de los privilegiados.
Puedo entender que siente, ya que hace años, tuve esas sensaciones, cuando, por primera vez, derrumbe los tres minutos y cuarenta y cinco segundos. Ella lo ha hecho en silencio, aguantando temporales y situaciones, que ha cualquier otro hubiera derrotado.
Me descubro ante el linaje Macias Chow, ante mi compañera Isabel. Que los dioses adoren a la nueva reina, y que los espíritus de aquellos antiguos griegos la acompañen es este nuevo paraíso, donde, el esfuerzo es reconocido en su justa medida.
Fuerza y Honor Isa y que Zatopek te bendiga.
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