miércoles, 25 de noviembre de 2009
CAMPEONES DE JUGUETE.
jueves, 8 de octubre de 2009
Vueltas al patio.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Desde la orilla... Una nueva temporada.
Uno de los principales problemas al cual nos enfrentaremos es el económico, pero esta situación no es destacable en tanto en cuanto muchos clubs deportivos de este país se encuentran en una situación parecida. Nuevos atletas se acercan hasta nuestras filas, algunos de ellos prometedores, no obstante, su ilusión por progresar, merece que seamos cautos en su dirección.
Desde las arenas de la playa atisbo la futura temporada cargada de nuevos retos, considerando, que en ella construiremos, la clave para continuar con nuestra labor formadora. Tenemos, ya, una modesta imagen corporativa, algo que nos identifica de alguna manera entre aquellos que quieran conocernos un poco y que nos permitirá acudir a las competiciones sin complejos en lo referente a nuestra identidad.
Es importante subrayar la primera edición de nuestras becas DROMOS, un compromiso personal que he adquirido con el club y sus socios más pequeños, becas que por otro lado, son el alma del incentivo formador y educador, una manera de relacionar deporte y formación intelectual. Quizá mis estudios de filosofía me hagan intentar crear una pequeña palestra, tal vez los antiguos maestros griegos lo hubieran visto con una cierta complicidad y positivismo crítico, pero mas allá de consideraciones míticas y románticas, lo cierto es que el antiguo lema griego que cultivaron nuestros padres helenos tiene aún validez, incluso en nuestros tiempos, donde los valores que se inculcan a nuestros jóvenes parecen pasar por la pantalla de una PSP.
Otra de las tareas por comenzar y desarrollar pasa por el ámbito federativo. 2009/2010 puede ser el año donde nuestros pequeños atletas, y algunos no tan pequeños, puedan medir sus facultades atléticas con otros atletas. No obstante, y como siempre, debemos recurrir a la esperanza económica, una esperanza algo inestable pero no por ello inhabilitante. De hecho esta es una meta que tarde o temprano será realizada para nuestro club DROMOS.
Una nueva temporada que a nivel personal y deportivo significará el planteamiento de mi alejamiento de la competición para centrar mis esfuerzos en nuevos talentos y en la formación atlética de otros. Supongo que todos aquellos que me conoceís más en profundidad llegaréis a la conclusión que me costara tomar la decisión y no os equivocaís, ya que en el fondo, algún que otro recorrido por el asfalto o las pistas realizaré como satisfacción personal.
Si he de enunciar algún deseo especial para esta nueva temporada sería uno que pudiera contener la posibilidad de seguir dando a conocer el atletismo como deporte ancestral y base, pese a quien le pese, y la consolidación de una unión tanto de cuerpo y de mente para nuestros más pequeños, que en definitiva, son el proyecto de futuro tanto para nuestro deporte como para nuestra sociedad.
miércoles, 26 de agosto de 2009
Por el artículo 163.2..... Campeón del Mundo.
¿El mero hecho de caerte y luego llegar a meta, es razón suficiente para una recalificación? yo creo que no. Son lances de la competición y en cualquier competición entran en juego cuatro cuestiones, a saber:
1- Estado de forma.
2- Mentalidad.
3- Táctica y colocación.
4- Suerte.
Este último punto, es, el que en este campeonato se ha obviado. Por esa regla de tres, aquellos atletas que llegan a la meta últimos por determinadas razones, ¿pq no se les vuelve a calificar?, o mejor aún, repitamos la prueba hasta que los favoritos lo hagan bien o la suerte les acompañe, o aquellos quew la IAAF tenga en mente para las medallas, suban al podiúm.
Si Jepkosgei se ha caido, se ha caido, si Burka se ha caido mala suerte. Desde hace algunos años el atletismo, en determinadas pruebas, es una lucha por obtener la mejor posición táctica, y dadas las condiciones livianas de algunos/as corredores/as es normal que acaben con sus huesos en el suelo. Mala suerte.
Y ahora me pregunto.... si han recalificado a muchos atletas, a pesar de no llegar cumpliendo los cánones y exigencias de clasificación, sea por lo que sea, insisto, mala suerte, ¿pq descalifican a Natalia?.
Ahora, incluso, dicho lance te puede suponer, según algunos criterios, bastante planos, el no poder acudir a determinados meetings. Compañeros, este no es el atletismo que he vivido y vivo. Algunas veces, desde los despachos , se encargan de quitar y ensuciar la nobleza que los atletas se trabajan en las pistas. Espero que no apliquemos la regla del futbol y se sancione de forma indiscriminada o "discriminada" con un "partido" o "partidos" de sanción por circunstancias que son la esencia de la lucha por la calle libre.
El artículo 163.2 de la IAAF lo dice claramente, efectivamente, "cualquier atleta que obstruya a otro sera descalificado...... El juez tendrá potestad para recalificar para la siguiente ronda a cualquier atleta que se vea seriamente perjudicado si este acaba la prueba con verdadero esfuerzo"
Pero, para ejecutar dicho artículo, en su primera parte, debe juzgarse la intencionalidad del atleta a la hora de obstruir o empujar y respecto a la segunda parte del mismo, el grado de perjuicio y esfuerzo posterior, algo bastante subjetivo y dificil de evaluar.
De hecho en ningún campeonato, que yo recuerde, se ha realizado la ejecución de la segunda parte de este artículo precisamente por lo dificil de su interpretación en lances reales de carrera.
Si somos estrictos en las interpretaciones "legales", ¿en que artículo, del reglamento de la IAAF, se argumenta la prohibición de tomar parte, en competiciones posteriores, a cualquier atleta descalificado por la aplicación del mismo?. No se, no se, algo huele a podrido en Dinamarca, compañeros.
Siempre nos quedarán otros campeonatos.
lunes, 20 de julio de 2009
Acaba nuestra primera temporada.
lunes, 8 de junio de 2009
El Corredor Termómetro.
Al día siguiente se lanzo a la calle sin un objetivo claro para ese día, únicamente correr. Al acabar ese primer "entreno" sintio que necesitaba organizarse de alguna manera, pero ¿como?. Como muchos amigos y "entendidos" en la materia le habían comentado, quizá le valdría con correr cada día un poco más, una mayor distancia, un tiempo mayor. Fue en el baño, cuando estaba tomando la ducha, cuando se le ocurrió la idea. El termometro que tenía colgado trás la puerta le dió la clave definitiva.
Cada día correría la distancia que coincidiera con los grados que marcara el termómetro. Al principio todo parecía ser bastante equilibrado, era otoño y la temperatura oscilaba entre los 5 y 10 grados. El primer día, colgó el termometro en la terraza y observó lo que marcaba, 6 grados. Hoy correría 6 kilómetros.
Llegó satisfecho a casa, su primera jornada, de su nueva "planificación" se habia cumplido perfectamente. Durante unos dias la distancia no varió excesivamente dado que la temperatura no tuvo tampoco grandes variaciones.
Llego el invierno y con el las temperaturas bajo cero, ¿que hacer en este caso?, penso. Decidió descansar aquellos dias que la temperatura fuera 0 grados y realizar entrenamientos rápidos cuando el termómetro marcará valores bajo cero. El primer día que el termómetro marco un valor por debajo de 0 la barrita de mercurio se paró en 3 grados bajo cero, Salvador, decidió correr todo lo rápido que pudiera durante 3 kilómetros. Sin calentamiento, sin movimientos previos, el termómetro no le dijo nunca como.
Durante 4 dias se mantuvieron las temperaturas por debajo de 0 y Salvador, siguio corriendo rápido la distancia marcada por el termómetro. Hoy tocaba 1 kilómetro a alta intensidad, no era mucha distancia, Salvador, salió muy rápido y poco a poco noto como sus piernas se entumecian y pesaban hasta agarrotar su gemelo derecho. Aquel dia tuvo que volver a casa sin completar ese único kilómetro que le marcó su "particular" entrenador. Se había lesionado.
Tuvo suerte, al día siguiente empezaron a subir la temperaturas y el termometro marcó 0 grados, tocaba descanso. Al otro día 2 grados, tenía que correr 2 kilómetros de forma suave tal y como dictaba su sistema de temperaturas, bajo cero carrera rápido, 0 grados descanso y sobre cero carrera suave. A pesar de que el gemelo no estaba recuperado, Salvador, salio a realizar su sesión, esos 2 kilómetros fueron un calvario.
Pasaban los dias y no volvió a tener temperaturas bajo cero ni en 0 grados, por lo que siguio saliendo a realizar los pocos kilómetros que marcaba el dictatorial termómetro. Tardó varias semanas en recuperar la contractura, sin embargo, Salvador siguió confiando en su sistema.
Con la llegada de la primavera las temperaturas empezaron a estabilizarse en valores por encima de 15 grados, con lo cual la cantidad de kilómetros a realizar aumentó considerablemente. No hubo dias de descanso, el termómetro no volvió a marcar 0 grados.
Al llegar el verano, las temperaturas alcanzaron valores por encima de los 25 y 30 grados, lo que implicaba correr cada dia esa distancia. Empezó a bajar de peso y ello le animó a seguir confiando en su "entrenador". Quedaba poco para el Maratón y todo parecía ir perfectamente, un dia 30 kilómetros, otro dia 31, otro 30, otro 25, otro 37. Iba lento pero eso, a Salvador le importaba poco, la cuestión era cubrir la distancia que le adjudicaba cada dia el mercurio.
Aquel día la gente se agolpaba en la plaza cerca de la casa de Salvador, la sirena de la policia y de los servicios de urgencias se hicieron eco del suceso. Salvador permanecia tumbado, quieto, boca arriba, con la mirada puesta en el cielo y en aquel sol de justicia. El termometro marcaba ese día 42 grados, Salvador no pudo completar la distancia. Al día siguiente, Salvador no salió, el termómetro marcaba 36 grados, pero esta vez no había nadie para cumplir la sesión.
Compañeros, cada persona es un mundo, es una situación distinta a nivel metabólico. Eso significa que cada entrenamiento es personal, se debe adaptar a las condiciones del individuo y sobre todo mantener una organización y una planificación es casi más importante que la cantidad del entrenamiento. Los entrenamientos reflejados en revistas y libros son ejemplos, y solo ejemplos, lo que a unos les vale a otros puede no darles tan buen resultado. Antes de lanzaros a una aventura con un objetivo determinado cercioraros que conoceís vuestro cuerpo un reconocimiento médico deportivo y el asesoramiento de un entrenador que os ayude a escuchar vuestro cuerpo serán los mejores aliados para la consecución de aquello que os propongaís. No seaís "atletas termómetros" y no entreneís con la desorganización e improvisación, sed conscientes de vuestras limitaciones y de vuestro cuerpo, disfrutareís más de este apasionante mundo.
domingo, 17 de mayo de 2009
¿Cuál es el origen del salto con pértiga?
En los movimientos gimnásticos centroeuropeos, Gus Mutis, en 1793, detalló la forma de saltar con pértiga. Estas pértigas eran de madera, se tomaban carreras de impulso muy cortas y se saltaban alturas algo superiores a los 2 metros. En los British Rural Sports, en 1855, ya se recomendaban las pértigas de bambú.
En 1874, en el Ulverston Críquet Club, se revolucionó el sistema de salto. Se utilizaban pértigas de fresno y nogal con un trípode en la base. El saltador plantaba el trípode y comenzaba a trepar por la pértiga, estilo prohibído a finales del siglo XIX, sustituyendo el trípode por una puya metálica. En 1922 se diseñan los primeros cajetines.
Posteriormente las pértigas se construían de acero para pasar, en 1960, a la fibra de vídrio. El dominio mundial de la especialidad, fue hasta los Juegos Olímpicos de Munich de EEUU, en donde el alemán Norwing es el único atleta capaz de romper dicha hegemonía. Posteriormente la escuela Rusa paso a dominar la especialidad.
La ligereza de la fibra de vídrio permite que se doble tras la batida, agarres mas altos y una propulsión vertical del saltador al franquear el listón.
El tipo de pértiga a utilizar dependerá del nivel técnico del saltador, de su peso y la velocidad con la que llega a la batida. A mayor velocidad, peso y nivel técnico, se utilizarán pértigas más duras y largas.
jueves, 30 de abril de 2009
El tonto a las 8.
lunes, 13 de abril de 2009
La lesión y el bichito.
jueves, 2 de abril de 2009
El Test de Kosmin
Como ya sabemos existe un gran número de test de campo que intentan establecer una previsión de marcas en determinadas distancias, unos más efectivos que otros, aunque dicha efectividad, evidentemente, depende de los resultados que se hayan obtenido con un número de atletas suficientemente valorable.
- Psicológicos.
- Geográficos.
- Fisiológicos.
Para los 800 metros.
Variante 1: El atleta corre 2 veces durante 1 minuto al 100% con una recuperacion de 1 minuto, se contabiliza la distancia total recorrida.
Para los 1500 metros.
Variante 1: El atleta corre 4 veces durante 1 minuto al 100% con una recuperación decreciente, 3 minutos, 2 minutos y 1 minuto, se contabliliza la distancia total recorrida.
Ambas variantes suelo hacerlas en dias distintos y consecutivos.
Se realizan marcas en el terreno donde se va a realizar el test cada 5 metros. Es recomendable realizarlo en una pista de 400 metros.
Una vez obtenidos los 4 resultados aplicamos las formulas siguientes:
Hombres: =217,77778-(Distancia total recorrida*0,119559)
Mujeres: =217,77778-(Distancia total recorrida*0,119559)+7
Para el 1500 en ambas variantes:
Hombres: =500,52609-(Distancia total recorrida*0,162174)
Mujeres: =500,52609-(Distancia total recorrida*0,162174)+10
Veamos un ejemplo con el 800.
Tramo 1:
Distancia recorrida: 375 metros.
Tramo 2:
Distancia recorrida: 355 metros.
Distancia Total: 730 metros.
Aplicamos Fórmula Masculina (realizamos test con atleta masculino)
217,77778-(730*0,119559)= 130,5
Segundo día. Variante 2.
Tramo 1:
Distancia recorrida: 380 metros.
Tramo 2:
Distancia recorrida: 365 metros.
Distancia Total: 745
Aplicamos Fórmula Masculina (realizamos test con atleta masculino)
217,77778-(745*0,119559)= 135,82
domingo, 22 de marzo de 2009
La primera competición.
El pasado 15 de Marzo, en Fuenlabrada, fue el debut de los chavales de nuestra escuela. Muchos de ellos no habían pisado una pista de atletismo y esa fue su primera toma de contacto. La competición no era nada extremadamente importante a nivel competitivo pero para ellos si lo fue, unos nerviosos, otros curiosos con todo lo que ocurría a su alrededor y la mayoría preocupados por el puesto que podrían ocupar.
Nunca tendré tiempo suficiente para agradecer a mis primeros entrenadores, Alejandro y Fernando, aquellos primeros consejos, en un país donde, aún menos que ahora, el atletismo era poco más o menos que un deporte prácticamente desconocido. Ellos me inculcaron el saber estar en una pista, la tranquilidad para asimilar una derrota e incluso la humildad para digerir una victoria. Esas primeras lecciones atléticas, ahora con los años, me han servido para desarrollar muchas actividades con nuestros chavales. Más que los conocimientos técnicos, más que las experiencias acumuladas en las carreras, lo más importante son el recuerdo de aquellas sesiones de entrenamiento en el Vallehermoso. Muchas gracias Alejandro, muchas gracias Fernando.
El pasado 15 de Marzo, ellos vivieron lo que yo viví hace mas de 35 años y la competitividad que demostraron y el coraje de muchos de ellos por acabar su carrera a pesar de las dificultades que tuvieron, me resulto emocionante y motivador. Muchas veces este deporte aporta muchas buenas experiencias y esta fue una de ellas.
Defendieron su pabellón con fuerza y honor y mas allá de los posibles premios que pudieran conseguir, quedo para la historia de la escuela de San Martín de la Vega la primera competición de unos chavales, de la primera promoción de una escuela municipal, que espero que podamos seguir ampliando, y que ellos, al igual que nosotros, sigan disfrutando con esta aventura atlética.
Muchas gracias chavales nos veremos en las próximas competiciones.
domingo, 15 de marzo de 2009
Conociendo el ATP un poco.
domingo, 1 de marzo de 2009
Estilos y tipos de entrenador.
La personalidad del entrenador influye favorable o desfavorablemente en el atleta, ya que afecta a la filosofía del entrenamiento y se refleja en la conducta deportiva de sus atletas. Esta influencia es mucho más influyente en los atletas más jóvenes, quienes al poseer una menor madurez, tienen una personalidad menos estructurada y, en consecuencia, son mas moldeables.
Podemos clasificar o distinguir tres estilos de entrenador, teniendo en cuenta, que nunca se muestran de forma pura, es decir, siempre son combinaciones con predominación de una u otra.
1. Autoritario.
- Marca disciplina.
- Rígido en las normas.
- Castigo habitual para cumplir las normas.
- Persona fría.
- No admite otros puntos de vista.
- Motiva mediante amenazas.
- Desprecio a los débiles.
2. Democrático.
- Permite que los atletas disfruten entrenando.
- Preocupación por los problemas de sus atletas.
- Refuerzo como motivación.
- Abierto a distintos sistemas de entrenamiento.
3. Permisivo.
- En competición está pasivo, relajado y distante.
- Improvisa más que planifica.
- Controla emociones.
- Parece controlar la situación al improvisar según acontecen los hechos.
Realizando una combinación, algo simplificada, de estos tres estilos, podemos distinguir dos tipos de entrenadores.
1- Entrenador dictador o jefe.
- Ordena.
- Inspira temor.
- Busca errores y culpabiliza.
- Asigna tareas impositivamente.
- Hace del entrenamiento una carga.
- Sabe como se hacen las cosas mejor que nadie.
- Maneja al atleta.
2- Entrenador lider.
- Apoya y escucha.
- Muestra buena voluntad y apoyo.
- Inspira confianza.
- Corrige y comprende.
- Da ejemplo, trabaja en equipo.
- Enseña como se hace mejor.
- Prepara a sus atletas.
miércoles, 18 de febrero de 2009
Unos 4 x 1200 indoloros.
4 x 1200 con una recuperación de 200 al trote. Tras colocar, días atrás, un alza en los talones y el respiro a las sesiones en pista, los 1200 han resultado bastante prometedores en cuanto al dolor. Es evidente, que se trata de unos tendones muy bregados y machacados, pero es grato comprobar como, a pesar de todo, aún aguantan ciertas dosis de carga y quejándose lo justo, y hoy, ni tan siquiera ha existido dicha queja.
3:52, 3:51, 3:42, 3:43 estos han sido los tiempos de ejecución en cada una de las repeticiones, si bien es cierto que iba realizando una ayuda en un entrenamiento, pero esto le da, a nivel personal, un mayor crédito. A pesar del transcurso del tiempo, compruebo que puedo realizar ciertas sesiones con un nivel de exigencia determinado.
Trás haber tenido que retrasar mi debut en unos campeonatos oficiales por circunstancias burocráticas y otros menesteres, parece que aún puedo encender ese poco de mecha que queda.
Una vez de vuelta para casa, mi pensamiento rondaba la posibilidad de que volviera a atacarme ese pequeño pinchazo constante que se venía produciendo días atrás, sin embargo, no ha sido así. En este momento, mientras veo House, trabajo en algunas planificaciones y hago un descanso actualizando este humilde blog, mis tendones se encuentran sin molestias, pinchazos o dolores extraños, por lo que puedo aventurar un reinicio progresivo de calidad en los entrenamientos.
Por cierto, ¿Qué haría House con mi proceso tendinoso?
A esto último no hagáis mucho caso, supongo que es una curiosidad personal inspirada por este momento.
lunes, 9 de febrero de 2009
Ya tenemos Club de Atletismo a pesar de todo...
El primer obstáculo fue el nombre del club, algo tan simple, se complicó sobremanera, pues a pesar de la imaginación que uno pueda aplicarle, existe una probabilidad bastante cercana de coincidir con algún nombre ya existente, os lo aseguro. Al final y sumando la imaginación y ganas de todos los fundadores conseguimos un nombre que nos dijera algo.
En el idioma griego existen dos palabras para carrera: dromos y agona. La primera se refiere exclusivamente a las competencias atléticas griegas (olimpiadas).
" Se levantó al instante el veloz Ajax, luego Odiseo y por fin Antioco, hijo de Néstor, que vencer solía. Alineados quedaron, y fue Quiles quien indicó la meta. Sin tardanza, el hijo de Olieo fue delante de todos los demás, pero Odiseo lo seguía de cerca, cuanto dista del pecho de quien hila el uso, y gira para envolver el hilo junto al seno ... " (Homero, La Ilíada)
Fue la carrera, con que tanto conocimiento y experiencia narra Homero en La Ilíada, una de las grandes aficiones de los griegos, hasta el punto de que era la única disciplina practicada en las más primitivas olimpíadas de las que se tiene noticia (año 776 a. de C.). Entonces los juegos sólo duraban un día y era la carrera (dromos) en torno al estadio, con una distancia de 192,27 metros, el plato fuerte del día.
Pues si compañeros, nuestro Club al final lo nombramos DROMOS en honor a aquella mítica carrera griega. Muchos nos dicen que es un nombre que no dice nada sobre nuestra localidad, sin embargo, creemos que si dice lo bastante sobre el espíritu atlético.
Tras algunos problemas con los estatutos, y después de un mes y medio de espera, recibimos el número de registro de la Comunidad de Madrid, papeles y papeles, actas, solicitudes, fotocopias, pero como buenos corredores de fondo llegamos con reservas para afrontar la siguiente etapa.
Hacienda, nuestra “querida y melancólica” hacienda. No había acabado todo, ahora tocaba la solicitud del CIF. Pelea con el formulario 036, del cual solo entendíamos el número, es decir el 036. Toda una mañana de gestiones, de subidas y bajadas de escalera. Esa mañana no entrené, pero como si lo hubiera hecho, los glúteos trabajaron de lo lindo. Al final, un pequeño enfrentamiento con la funcionaria de turno, una de esas funcionarias que piensan que todos aquellos que pasamos por el otro lado de la ventanilla debemos y tenemos la obligación de conocer los trámites por ciencia infusa. Piden lo que no pedían y lo que pedían ya no lo piden, una paradoja bastante usual en nuestra administración y su entramado burocrático.
Conseguimos el CIF, a pesar de todo, la cosa parecía ponerse seria. Para nuestra desgracia no podemos optar a las subvenciones de este año por parte de la Comunidad, un pequeño detalle en las bases nos lo impide. Necesitamos un año de antigüedad en el registro. Así que nuestra opción, en ese punto, es el ayuntamiento de nuestro municipio.
Así que a registrar el Club en el ayuntamiento. Aquello que parecía ser lo más simple, nos dio muchos mas problemas. La multitud de papeleo que nos pedían era desorbitada. Mas estatutos, mas fotocopias, certificados, actas, identificaciones, en fin, faltaron las escrituras de nuestros respectivos pisos.
Tras tres días de gestiones y a base de cabezonería nos dieron el registro municipal. Por fin somos un club como es debido. No ha sido fácil, la verdad. Se quiere ejercer demasiado control sobre las cosas por parte del sistema y al final el sistema falla por donde menos se lo espera y de forma descomunal.
Sinceramente, creo que las cosas se pueden hacer mas simplificadas, y no por eso ser menos efectivas o estables o confiables. Demasiada burocracia, excesiva, en pleno siglo XXI seguimos con el “Vuelva usted mañana”, ese que te hace sentir como en uno de los relatos de Germán List Arzubide como un personaje ingenuo e inocente que es incapaz de comprender las circunstancias que le rodean.
Y ahora lo patrocinios, que Dios, si existe, nos asista.
FUERZA Y HONOR para el Club de Atletismo DROMOS.
jueves, 22 de enero de 2009
Mis primeras series en "La Tapia"
Era finales de los 60 y mi padre, como era costumbre todos los domingos, me llevaba en su antiguo citroen dos caballos a lo que hoy conocemos como “La Tapia”. Recuerdo que por aquellos tiempos no era una zona tan concurrida por corredores y atletas como ahora. Pasábamos con el coche al otro lado de la enigmática muralla, a una zona, que si mal no recuerdo, era bastante transitada por gentes a caballo.
Era una pradera enorme, llana y con matorrales dispersados por su terreno de forma caprichosa y aleatoria, en el horizonte no se divisaba apenas ninguna construcción, algo, que hoy, no ocurre, bien lo sabéis los que acostumbráis a realizar vuestros rodajes por esa zona. Mi padre sacaba del maletero sus herramientas, un cubo y algunos trapos y se disponía a realizar su bricolaje automovilístico de los domingos. Mientras, el balón de baloncesto, que siempre aparecía de forma sorpresiva ante mi, era abandonado al lado de una rueda de mi amigo, el citroen dos caballos (algún día explicaré esta extraña amistad).
Lo mío era corretear por aquella pradera inmensa, sortear matorrales, intentar alcanzar aquel horizonte limpio. Y allí, tras “La Tapia” de la Casa de Campo, inicie mis primeros entrenamientos de calidad, sin saberlo, poco a poco, domingo a domingo, intentaba llegar un poco más lejos, intentaba recorrer aquella pradera en su totalidad, hasta que “La Tapia” no pudiera alcanzarme. Mi padre me observaba, y a veces, tras su rostro serio y cansado, a pesar de su juventud, se vislumbraba una ligera sonrisa. No, yo no quería jugar al baloncesto, muy a su pesar, su hijo jamás seguiría la tradición paterna, de hecho la propia genética había decidido ya por mí.
Mi abuelo 2,02, mi padre 1,93 y el que escribe estas líneas, ya crecido, 1,80. La progresión inversa en la herencia de centímetros era evidente y esto parecía asumirlo mi padre con cierta benevolencia. Pero aquella falta de interés por realizar piruetas con cualquier elemento esférico era suplida por una gran energía para correr. Correr no me aburría, correr me divertía y en aquel prado detrás de “La Tapia” todos los domingos, realizaba mis primeras series. Con un jersey amplio, unos calcetines hasta la rodilla y unos zapatos bastante lejanos a las zapatillas técnicas de la actualidad, recorría una y otra vez los diversos caminos de aquel prado.
Nunca conté el tiempo que llegue a correr sin parar, sin realizar una recuperación, pero en mi concepto infantil, creía que parar era parecido a rendirme, a fracasar en el intento de llegar a aquel horizonte.
Cuando paso por el camino de “La Tapia” recuerdo aquellos domingos, y aún, a veces, sigo intentando alcanzar aquel horizonte tras dicha pared, hoy no tan limpio. No obstante tendré que dar las gracias, algún día, a mi padre, por guardar todos los domingos el balón en el maletero, mirar mi pequeño cuerpo por aquel prado y volver a sus tareas con el citroen dos caballos.
Siempre recordaré la misma pregunta de vuelta a casa.
¿Has ganado hoy?
Aún no padre, aun sigo corriendo en mi memoria por aquel prado, aun sigo día a día compitiendo contra mi mismo.
Fueron mis primeras series y yo sin saberlo.
jueves, 8 de enero de 2009
Tras el parabrisas.
No obstante estas líneas no tienen, hoy, como objetivo relatar alguno de mis aburridos entrenamientos, ni tan siquiera algún suceso atlético de cierta relevancia, mi intención es compartir algunos pensamientos solitarios, melancólicos o quizá repentinos, que en una fría mañana uno puede tener.
Desde el parabrisas del coche divisaba un horizonte bicolor, un azul incipiente, que nacía entre los rascacielos y edificios de la Castellana y unas nubes con un gris claro empujando, intentando ocultar la luz de la mañana. Un año mas, muchos proyectos por cumplir, una escuela, un equipo, unas competiciones, etc. Pero quizá el proyecto más importante es mantener esa ilusión que con los años ha vuelto a dar esa chispa que uno cree perder con el paso del tiempo. Mientras fijaba la vista en el horizonte y las rayas blancas de los carriles pasaban inadvertidas a mi conciencia, la memoria ha vuelto a traicionarme. Mucho tiempo ha pasado desde que inicié este camino, un camino a veces duro pero otras, la mayoría, agradecido y positivo.
Gente que se ha quedado en el, compañeros que han dicho adiós de forma escondida y sin grandes portadas. Pero hoy, por alguna razón, he recordado a un compañero, se llamaba Teofilo. En el recuerdo quedará la estampa de Teófilo triunfando en los 1.000 metros del Campeonato de España juvenil. Los que tuvimos el placer de contemplar su zancada en Anoeta no podremos olvidarla. Aquella camiseta del Club Natación Reus Ploms vestía a uno de los más grandes talentos naturales que se han visto por las pistas españolas. Teofilo fue cinco veces campeón de España en diferentes categorías, siempre en el mediofondo. En 1985 fue el júnior más rápido del mundo en los 1.500, con 3'38''92, y en 1987 -con sólo 21 años- alcanzó las semifinales de los Mundiales de Roma. En 1991 registró el mejor crono de su vida deportiva con 3'35''84. Tenía por delante los mejores años de su carrera, pero su progresión se frenó y ya no participó en los Juegos de Barcelona.
No soy religioso, pues mis convicciones de fe son bastante escasas, sin embargo tendría que dar las gracias por seguir en este camino, por superar ciertos momentos que pudieron ser muy difíciles, en definitiva por seguir aquí. Teofilo no fue capaz, no pudo con la presión, tal vez no pudo con su alejamiento de las pistas, no lo sé, lo que si sé es que este camino debo acabarlo luchando, tal y como hacíamos en las pistas hace muchos años. Correr nos da la vida, es posible, por eso, seguiré en la brecha ilusionado e ilusionando a otros, a nuevos talentos, a atletas populares, a todos aquellos que quieran sentir en algún momento lo que es volar sobre cualquier superficie que permita poner un pie delante de otro de forma sucesiva.