lunes, 7 de septiembre de 2009

Desde la orilla... Una nueva temporada.

A punto de iniciar una nueva temporada, tanto en la escuela como en el club, y con la resaca de los mundiales aún reciente, se dejan entrever algunas nuevas ilusiones atléticas. Cierto es que este año comenzamos con algunos cambios que gracias a nuestra ilusión y constancia de seguro no influirán en nuestro trabajo por el desarrollo del atletismo en esta nuestra localidad.

Uno de los principales problemas al cual nos enfrentaremos es el económico, pero esta situación no es destacable en tanto en cuanto muchos clubs deportivos de este país se encuentran en una situación parecida. Nuevos atletas se acercan hasta nuestras filas, algunos de ellos prometedores, no obstante, su ilusión por progresar, merece que seamos cautos en su dirección.

Desde las arenas de la playa atisbo la futura temporada cargada de nuevos retos, considerando, que en ella construiremos, la clave para continuar con nuestra labor formadora. Tenemos, ya, una modesta imagen corporativa, algo que nos identifica de alguna manera entre aquellos que quieran conocernos un poco y que nos permitirá acudir a las competiciones sin complejos en lo referente a nuestra identidad.

Es importante subrayar la primera edición de nuestras becas DROMOS, un compromiso personal que he adquirido con el club y sus socios más pequeños, becas que por otro lado, son el alma del incentivo formador y educador, una manera de relacionar deporte y formación intelectual. Quizá mis estudios de filosofía me hagan intentar crear una pequeña palestra, tal vez los antiguos maestros griegos lo hubieran visto con una cierta complicidad y positivismo crítico, pero mas allá de consideraciones míticas y románticas, lo cierto es que el antiguo lema griego que cultivaron nuestros padres helenos tiene aún validez, incluso en nuestros tiempos, donde los valores que se inculcan a nuestros jóvenes parecen pasar por la pantalla de una PSP.

Otra de las tareas por comenzar y desarrollar pasa por el ámbito federativo. 2009/2010 puede ser el año donde nuestros pequeños atletas, y algunos no tan pequeños, puedan medir sus facultades atléticas con otros atletas. No obstante, y como siempre, debemos recurrir a la esperanza económica, una esperanza algo inestable pero no por ello inhabilitante. De hecho esta es una meta que tarde o temprano será realizada para nuestro club DROMOS.

Una nueva temporada que a nivel personal y deportivo significará el planteamiento de mi alejamiento de la competición para centrar mis esfuerzos en nuevos talentos y en la formación atlética de otros. Supongo que todos aquellos que me conoceís más en profundidad llegaréis a la conclusión que me costara tomar la decisión y no os equivocaís, ya que en el fondo, algún que otro recorrido por el asfalto o las pistas realizaré como satisfacción personal.

Si he de enunciar algún deseo especial para esta nueva temporada sería uno que pudiera contener la posibilidad de seguir dando a conocer el atletismo como deporte ancestral y base, pese a quien le pese, y la consolidación de una unión tanto de cuerpo y de mente para nuestros más pequeños, que en definitiva, son el proyecto de futuro tanto para nuestro deporte como para nuestra sociedad.