miércoles, 25 de noviembre de 2009

CAMPEONES DE JUGUETE.


Son muchos los chavales que, destacando en categorías inferiores, al llegar a la categoría absoluta, se pierden en la inmensidad de las clasificaciones o incluso llegan a abandonar la práctica del atletismo de forma prematura. Cada edad y etapa de desarrollo del ser humano tiene sus tiempos de espera y sus fases de evolución y muchas veces se aplican a estos cuerpos, en pleno desarrollo, metodologías de entrenamiento con enfoques demasiado profesionalizados.

Los técnicos, a veces, buscamos ese diamante en bruto que pueda darnos la confirmación de nuestro método de entrenamiento, sin darnos cuenta que la paciencia es una de las virtudes mas valiosa y a la vez mas olvidada en este deporte y en muchos otros. El someter a sesiones, con grandes dosis de carga en las primeras etapas de la especialización, es un error que deberíamos desterrar lo antes posible.

El principio de la progresividad es algo fundamental y a estas edades se debe aplicar aún con mas prudencia y cuidado. De nada sirve tener buenos atletas hoy si destrozamos los posibles buenos atletas del mañana. Mucho chavales llegan a los centros de alto rendimiento con el vaso lleno, es decir, con una saturación física la mayoría de las veces difícil de manejar, "si todo lo ha entrenado que entrenamos hoy".

A todo esto podemos añadir las múltiples lesiones que frecuentemente nos podemos encontrar en chavales con una corta vida atlética, producto de la intensificación de las cargas, las cuales le convierten en un atleta, en algunos casos desmotivado, con una difícil reconversión hacia el camino correcto y unas articulaciones y cadenas musculares equivalentes, en desgaste, a un atleta veterano.

Quizá puedo estar exagerando, pero creedme, estos casos existen por desgracia. Muchos de estos chavales entrenan casi a diario con una exigencia, tanto física como psicológica, impropia para su etapa de vida. Pero, ¿donde podemos encontrar el origen de tal circunstancia?, ¿son los padres, que buscan desesperadamente fabricar en su hijo aquel campeón o deportista que ellos hubieran querido ser?, ¿son los entrenadores, que buscan una satisfacción personal en fabricar atletas a base de experimentos y fracasos personales?, ¿es la sociedad que impone un canon de competitividad demasiado exigente para los chavales?.

Tal vez la respuesta este en aportar un poco de culpa para cada una de las preguntas planteadas.

El niño debe divertirse haciendo atletismo, haciendo deporte, cuando un niño sufre en el "entrenamiento" (personalmente pienso que no podemos llamar entrenamiento, tal y como se entiende, a la actividad atlética de un niño, de ahí el entrecomillado), empieza a manifestar negativas para practicar deporte, algo está ocurriendo. En edades tempranas se debe aprender el deporte, se debe ayudar al niño en su evolución motriz, motivarle en su vida diaria para aplicar las virtudes de superación y sociabilidad del deporte, enseñarle los primeros gestos técnicos, pero no "entrenar", para ello ya tendrá tiempo durante su vida.

El entrenador debe también educar, debe servir de guía en determinadas parcelas de la formación del chaval, en definitiva debe ser también un pedagogo. La máquinas de hacer miedo, los entrenadores que son obedecidos por el niño a base de la imposición de castigos absurdos y esquivos, están, a mi modo de ver, haciendo un flaco favor al atletismo y al deporte en general. Debemos tomar conciencia que el futuro de nuestro deporte esta en nuestras manos y este debe forjarse con cuidado, paciencia y sobre todo un poco mas de proyección a largo plazo.

El atletismo es una escalera larga cuyos peldaños deben subirse poco a poco y así poder llegar al final de la escalera con el objetivo soñado, cumplido.

jueves, 8 de octubre de 2009

Vueltas al patio.


Recuerdo en mis años de niñez, hace muchos, muchos años, que si alguien no queria saltar el potro o bien se le quedaba atascado en la entrepierna el castigo era unas cuantas vueltas al patio. Correr era un castigo y así lo veían la mayoría de mis compañeros, salvo yo, que en ocasiones, provocaba dicho atasco entre mis muslos para ser conducido al teórico calvario. Yo disfrutaba, dando vueltas y cuanto más rápidas mejor. ¿Era un bicho raro? tal vez, lo único que se es que debo agradecer al Padre Alejandro aquellos castigos, gracias a ellos, pude descubrir muchas sensaciones al correr. En el fondo, creo, que el Padre Alejandro sabía de mi intencionalidad y entre los dos se creo una complicidad, que tiempo después, nos llevo a hacer del castigo de las vueltas al patio unos curiosos entrenos.

Por desgracia, mi caso, fue una excepción, y no lo digo para cubrir mi ego de flores, simplemente describo una realidad patente. Dar vueltas al patio como correctivo a una mala acción en clase de gimnasia no es una buena decisión, salvo que la víctima sea un extraño individuo cuyo placer físico consista en descubrir ciertas sensaciones al dar vueltas sin un objetivo claro. Gracias a esta "gran medida pedagogica" muchos chavales encuentran en el acto de correr un suplicio, una carga para su divertimente y sobre todo una obligación inutil y sin sentido. La imágen de los patios colegiales llenos de niños dando vueltas como reclutas cansinos y desmotivados resulta lastimosa.

Hoy en día atletismo es sinónimo de correr por correr, muchos chavales llegan a este deporte con la idea preconcebida de que correr todo lo rápido que se pueda y durante mucho tiempo es la única actividad que van a realizar. Por suerte, aquellos que continuan descubren que hay mucho más tras este deporte y que las aportaciones para su divertimento y formación son múltiples.

Es dificil encontrar nuevos talentos, tal vez la culpa sea de nosotros, los técnicos, que buscamos a la desesperada y tratamos de encontrar la piedra filosofal en minas inadecuadas. Pero los padres también aportan su granito de culpa, muchos de ellos someten a los chavales a una presión para la cual no se encuentran preparados y se pide tener campeones donde realmente solo podemos encontrar expansión, y ánimo de relacionarse con sus semejantes compartiendo una actividad común. Todo tiene su tiempo y su evolución, ¿para que entrenar todo antes de tiempo?. Quizá todas estas actitudes colaboren en reforzar más aquellas vueltas al patio en una forma negativa.

La sociedad de "bienestar" en la que los chavales se desenvuelven no da mucha motivación para el sacrificio, la cultura de la PSP y de la WII es fuerte. Se que nuestra generación, esa que se mueve entre los 40 y 50, ha sobrevivido sin WII ni PSP ni móvil ni MP3 ni internet y quizá hemos tenido más tiempo para derivar nuestro tiempo de ocio hacia actividades fuera del cómodo sillón. Por eso, el reto que nos imponen los chavales, hoy en dia, es una nueva motivación para nosotros; intentar invocar a la musa del sacrificio y la voluntad dentro de un mundo donde se mueven las ninfas del ocio y el regodeo con suma facilidad.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Desde la orilla... Una nueva temporada.

A punto de iniciar una nueva temporada, tanto en la escuela como en el club, y con la resaca de los mundiales aún reciente, se dejan entrever algunas nuevas ilusiones atléticas. Cierto es que este año comenzamos con algunos cambios que gracias a nuestra ilusión y constancia de seguro no influirán en nuestro trabajo por el desarrollo del atletismo en esta nuestra localidad.

Uno de los principales problemas al cual nos enfrentaremos es el económico, pero esta situación no es destacable en tanto en cuanto muchos clubs deportivos de este país se encuentran en una situación parecida. Nuevos atletas se acercan hasta nuestras filas, algunos de ellos prometedores, no obstante, su ilusión por progresar, merece que seamos cautos en su dirección.

Desde las arenas de la playa atisbo la futura temporada cargada de nuevos retos, considerando, que en ella construiremos, la clave para continuar con nuestra labor formadora. Tenemos, ya, una modesta imagen corporativa, algo que nos identifica de alguna manera entre aquellos que quieran conocernos un poco y que nos permitirá acudir a las competiciones sin complejos en lo referente a nuestra identidad.

Es importante subrayar la primera edición de nuestras becas DROMOS, un compromiso personal que he adquirido con el club y sus socios más pequeños, becas que por otro lado, son el alma del incentivo formador y educador, una manera de relacionar deporte y formación intelectual. Quizá mis estudios de filosofía me hagan intentar crear una pequeña palestra, tal vez los antiguos maestros griegos lo hubieran visto con una cierta complicidad y positivismo crítico, pero mas allá de consideraciones míticas y románticas, lo cierto es que el antiguo lema griego que cultivaron nuestros padres helenos tiene aún validez, incluso en nuestros tiempos, donde los valores que se inculcan a nuestros jóvenes parecen pasar por la pantalla de una PSP.

Otra de las tareas por comenzar y desarrollar pasa por el ámbito federativo. 2009/2010 puede ser el año donde nuestros pequeños atletas, y algunos no tan pequeños, puedan medir sus facultades atléticas con otros atletas. No obstante, y como siempre, debemos recurrir a la esperanza económica, una esperanza algo inestable pero no por ello inhabilitante. De hecho esta es una meta que tarde o temprano será realizada para nuestro club DROMOS.

Una nueva temporada que a nivel personal y deportivo significará el planteamiento de mi alejamiento de la competición para centrar mis esfuerzos en nuevos talentos y en la formación atlética de otros. Supongo que todos aquellos que me conoceís más en profundidad llegaréis a la conclusión que me costara tomar la decisión y no os equivocaís, ya que en el fondo, algún que otro recorrido por el asfalto o las pistas realizaré como satisfacción personal.

Si he de enunciar algún deseo especial para esta nueva temporada sería uno que pudiera contener la posibilidad de seguir dando a conocer el atletismo como deporte ancestral y base, pese a quien le pese, y la consolidación de una unión tanto de cuerpo y de mente para nuestros más pequeños, que en definitiva, son el proyecto de futuro tanto para nuestro deporte como para nuestra sociedad.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Por el artículo 163.2..... Campeón del Mundo.

Esta va a ser la nueva forma de clasificación para futuros campeonatos, pues como hemos visto, en este mundial, se ha sentado un precedente, bueno uno no, varios.

¿El mero hecho de caerte y luego llegar a meta, es razón suficiente para una recalificación? yo creo que no. Son lances de la competición y en cualquier competición entran en juego cuatro cuestiones, a saber:

1- Estado de forma.
2- Mentalidad.
3- Táctica y colocación.
4- Suerte.

Este último punto, es, el que en este campeonato se ha obviado. Por esa regla de tres, aquellos atletas que llegan a la meta últimos por determinadas razones, ¿pq no se les vuelve a calificar?, o mejor aún, repitamos la prueba hasta que los favoritos lo hagan bien o la suerte les acompañe, o aquellos quew la IAAF tenga en mente para las medallas, suban al podiúm.

Si Jepkosgei se ha caido, se ha caido, si Burka se ha caido mala suerte. Desde hace algunos años el atletismo, en determinadas pruebas, es una lucha por obtener la mejor posición táctica, y dadas las condiciones livianas de algunos/as corredores/as es normal que acaben con sus huesos en el suelo. Mala suerte.

Y ahora me pregunto.... si han recalificado a muchos atletas, a pesar de no llegar cumpliendo los cánones y exigencias de clasificación, sea por lo que sea, insisto, mala suerte, ¿pq descalifican a Natalia?.

Ahora, incluso, dicho lance te puede suponer, según algunos criterios, bastante planos, el no poder acudir a determinados meetings. Compañeros, este no es el atletismo que he vivido y vivo. Algunas veces, desde los despachos , se encargan de quitar y ensuciar la nobleza que los atletas se trabajan en las pistas. Espero que no apliquemos la regla del futbol y se sancione de forma indiscriminada o "discriminada" con un "partido" o "partidos" de sanción por circunstancias que son la esencia de la lucha por la calle libre.

El artículo 163.2 de la IAAF lo dice claramente, efectivamente, "cualquier atleta que obstruya a otro sera descalificado...... El juez tendrá potestad para recalificar para la siguiente ronda a cualquier atleta que se vea seriamente perjudicado si este acaba la prueba con verdadero esfuerzo"

Pero, para ejecutar dicho artículo, en su primera parte, debe juzgarse la intencionalidad del atleta a la hora de obstruir o empujar y respecto a la segunda parte del mismo, el grado de perjuicio y esfuerzo posterior, algo bastante subjetivo y dificil de evaluar.

De hecho en ningún campeonato, que yo recuerde, se ha realizado la ejecución de la segunda parte de este artículo precisamente por lo dificil de su interpretación en lances reales de carrera.

Si somos estrictos en las interpretaciones "legales", ¿en que artículo, del reglamento de la IAAF, se argumenta la prohibición de tomar parte, en competiciones posteriores, a cualquier atleta descalificado por la aplicación del mismo?. No se, no se, algo huele a podrido en Dinamarca, compañeros.

Siempre nos quedarán otros campeonatos.

lunes, 20 de julio de 2009

Acaba nuestra primera temporada.


Estamos llegando al final de nuestra primera temporada en nuestro Club de atletismo. Muchos han sido los obstáculos que hemos tenido que salvar para llegar a este punto, con una sensación de continuidad, ganas e ilusión por seguir trabajando en el atletismo en nuestra localidad.

Hemos visto una ligera transformación, pequeña, pero para aquellos mas observadores, patente, el atletismo empieza a ser algo en San Martín de la Vega. Empezamos nuestra escuela de base con 11 chavales y acabamos la temporada de la misma con 15, una cifra, que aunque no sea tan asombrosa ni llamativa como en otros deportes practicados en el municipio, si resulta proporcionalmente bastante satisfactoria y equivalente. Y la cosa no termina ahí, pues la temporada 2009-2010 para la escuela, se presenta prometedora ya que esperamos iniciar los entrenamientos con cerca de 21 chavales.

Los vecinos, poco a poco, se van implicando en este proyecto cuya chispa nacio en una determinada zancada, de algún determinado kilómetro, de un camino de la Vega. El club esta creciendo, cerca de 45 personas han optado por compartir con nosotros esta ilusión atlética, y a pesar, de la crisis económica, de lo dificil que esta el conseguir patrocinios, el espiritu de lucha por dar a conocer este deporte a los chavales y a los no tan chavales sigue presente, quiza con mas fuerza que al principio.

Cerramos esta temporada con el descubrimiento de algunos talentos atléticos, diamantillos en bruto que debemos cuidar y pulir. Cerramos esta temporada con una incipiente micro sociedad atlética que esperemos crezca en los meses venideros. Cerramos esta temporada con el empeño de iniciar la siguiente, subiendo hacia el escalon federativo, dando así, una oportunidad mas a todos aquellos que quieran implicarse un poco mas.

Personalmente, este proyecto me ha limitado las posibilidades de tiempo en mis entrenamientos pero ha merecido la pena, y sigue mereciéndola, al fin y al cabo uno sigue disfrutando de lo que siempre ha vivido y sentido, y eso siempre resulta gratificante.

La temporada que viene, esperamos poder mejorar, poder seguir ofreciendo una alternativa deportiva a todos aquellos, que hasta ahora, no tenian donde elegir por falta de posibilidades. No somos un club grande, ni tampoco pretendemos serlo, sólo deseamos seguir siendo pequeños pero con el trabajo bien hecho y la transmisión de ilusión y empeño deportivo a todos aquellos, de cualquier edad, que quieran acercarse a vernos.

El Club DROMOS, ha nacido y ahora empieza su infancia, nosotros lucharemos para que la madurez llegue lo antes posible y podamos decir, que en San Martin de la Vega, existe un Club de atletismo que pasea su color blanquiazul por toda la geografía española.

lunes, 8 de junio de 2009

El Corredor Termómetro.

Salvador, llamémos a nuestro personaje Salvador, se propuso correr un maratón, las diversas imágenes que había visto en aquel Maratón le animaron a lanzarse a la aventura. Nunca había entrenado con regularidad, tenía un poco de sobrepeso y tampoco sabía como iniciar su entrenamiento.

Al día siguiente se lanzo a la calle sin un objetivo claro para ese día, únicamente correr. Al acabar ese primer "entreno" sintio que necesitaba organizarse de alguna manera, pero ¿como?. Como muchos amigos y "entendidos" en la materia le habían comentado, quizá le valdría con correr cada día un poco más, una mayor distancia, un tiempo mayor. Fue en el baño, cuando estaba tomando la ducha, cuando se le ocurrió la idea. El termometro que tenía colgado trás la puerta le dió la clave definitiva.

Cada día correría la distancia que coincidiera con los grados que marcara el termómetro. Al principio todo parecía ser bastante equilibrado, era otoño y la temperatura oscilaba entre los 5 y 10 grados. El primer día, colgó el termometro en la terraza y observó lo que marcaba, 6 grados. Hoy correría 6 kilómetros.

Llegó satisfecho a casa, su primera jornada, de su nueva "planificación" se habia cumplido perfectamente. Durante unos dias la distancia no varió excesivamente dado que la temperatura no tuvo tampoco grandes variaciones.

Llego el invierno y con el las temperaturas bajo cero, ¿que hacer en este caso?, penso. Decidió descansar aquellos dias que la temperatura fuera 0 grados y realizar entrenamientos rápidos cuando el termómetro marcará valores bajo cero. El primer día que el termómetro marco un valor por debajo de 0 la barrita de mercurio se paró en 3 grados bajo cero, Salvador, decidió correr todo lo rápido que pudiera durante 3 kilómetros. Sin calentamiento, sin movimientos previos, el termómetro no le dijo nunca como.

Durante 4 dias se mantuvieron las temperaturas por debajo de 0 y Salvador, siguio corriendo rápido la distancia marcada por el termómetro. Hoy tocaba 1 kilómetro a alta intensidad, no era mucha distancia, Salvador, salió muy rápido y poco a poco noto como sus piernas se entumecian y pesaban hasta agarrotar su gemelo derecho. Aquel dia tuvo que volver a casa sin completar ese único kilómetro que le marcó su "particular" entrenador. Se había lesionado.

Tuvo suerte, al día siguiente empezaron a subir la temperaturas y el termometro marcó 0 grados, tocaba descanso. Al otro día 2 grados, tenía que correr 2 kilómetros de forma suave tal y como dictaba su sistema de temperaturas, bajo cero carrera rápido, 0 grados descanso y sobre cero carrera suave. A pesar de que el gemelo no estaba recuperado, Salvador, salio a realizar su sesión, esos 2 kilómetros fueron un calvario.

Pasaban los dias y no volvió a tener temperaturas bajo cero ni en 0 grados, por lo que siguio saliendo a realizar los pocos kilómetros que marcaba el dictatorial termómetro. Tardó varias semanas en recuperar la contractura, sin embargo, Salvador siguió confiando en su sistema.

Con la llegada de la primavera las temperaturas empezaron a estabilizarse en valores por encima de 15 grados, con lo cual la cantidad de kilómetros a realizar aumentó considerablemente. No hubo dias de descanso, el termómetro no volvió a marcar 0 grados.

Al llegar el verano, las temperaturas alcanzaron valores por encima de los 25 y 30 grados, lo que implicaba correr cada dia esa distancia. Empezó a bajar de peso y ello le animó a seguir confiando en su "entrenador". Quedaba poco para el Maratón y todo parecía ir perfectamente, un dia 30 kilómetros, otro dia 31, otro 30, otro 25, otro 37. Iba lento pero eso, a Salvador le importaba poco, la cuestión era cubrir la distancia que le adjudicaba cada dia el mercurio.

Aquel día la gente se agolpaba en la plaza cerca de la casa de Salvador, la sirena de la policia y de los servicios de urgencias se hicieron eco del suceso. Salvador permanecia tumbado, quieto, boca arriba, con la mirada puesta en el cielo y en aquel sol de justicia. El termometro marcaba ese día 42 grados, Salvador no pudo completar la distancia. Al día siguiente, Salvador no salió, el termómetro marcaba 36 grados, pero esta vez no había nadie para cumplir la sesión.

Compañeros, cada persona es un mundo, es una situación distinta a nivel metabólico. Eso significa que cada entrenamiento es personal, se debe adaptar a las condiciones del individuo y sobre todo mantener una organización y una planificación es casi más importante que la cantidad del entrenamiento. Los entrenamientos reflejados en revistas y libros son ejemplos, y solo ejemplos, lo que a unos les vale a otros puede no darles tan buen resultado. Antes de lanzaros a una aventura con un objetivo determinado cercioraros que conoceís vuestro cuerpo un reconocimiento médico deportivo y el asesoramiento de un entrenador que os ayude a escuchar vuestro cuerpo serán los mejores aliados para la consecución de aquello que os propongaís. No seaís "atletas termómetros" y no entreneís con la desorganización e improvisación, sed conscientes de vuestras limitaciones y de vuestro cuerpo, disfrutareís más de este apasionante mundo.

domingo, 17 de mayo de 2009

¿Cuál es el origen del salto con pértiga?

El salto con bastón ya existía en muchas culturas antíguas, se buscaba, no saltar lo más alto posible, sino llegar lo más lejos posible. Se tienen referencias de saltos con garrocha en los juegos taiteanos que se celebraban en Irlanda entre los años 1829 y 554 a.C.

En los movimientos gimnásticos centroeuropeos, Gus Mutis, en 1793, detalló la forma de saltar con pértiga. Estas pértigas eran de madera, se tomaban carreras de impulso muy cortas y se saltaban alturas algo superiores a los 2 metros. En los British Rural Sports, en 1855, ya se recomendaban las pértigas de bambú.

En 1874, en el Ulverston Críquet Club, se revolucionó el sistema de salto. Se utilizaban pértigas de fresno y nogal con un trípode en la base. El saltador plantaba el trípode y comenzaba a trepar por la pértiga, estilo prohibído a finales del siglo XIX, sustituyendo el trípode por una puya metálica. En 1922 se diseñan los primeros cajetines.

Posteriormente las pértigas se construían de acero para pasar, en 1960, a la fibra de vídrio. El dominio mundial de la especialidad, fue hasta los Juegos Olímpicos de Munich de EEUU, en donde el alemán Norwing es el único atleta capaz de romper dicha hegemonía. Posteriormente la escuela Rusa paso a dominar la especialidad.

La ligereza de la fibra de vídrio permite que se doble tras la batida, agarres mas altos y una propulsión vertical del saltador al franquear el listón.

El tipo de pértiga a utilizar dependerá del nivel técnico del saltador, de su peso y la velocidad con la que llega a la batida. A mayor velocidad, peso y nivel técnico, se utilizarán pértigas más duras y largas.

jueves, 30 de abril de 2009

El tonto a las 8.


Es famosa la frase aquella del tonto a las 3. Lo cierto es que existen distintos tipos de tontos dependiendo de la hora del día, de tal forma, que podemos definir un tonto por hora, con lo cual 24 tontos son los que pueden aparecernos a lo largo del día.

El día 18 de Abril, nuestro recien creado CLUB de atletismo debutaba en un evento organizado enteramente por nosotros. Una competición de ATLETISMO EN LA CALLE, carreras de velocidad para niños. La idea era mostrar a nuestro pueblo aquellas pruebas que dificilmente pueden verse fuera de una pista. La experiencia fue gratificante, si bien, existieron errores que intentaremos mejorar y subsanar en ediciones posteriores.

Nuestra intención era crear un ambiente lo más parecido a la pista posible, guardando las distancias, con lo cual, teníamos dos posibilidades: pintar las calles en el asfalto o bien construir con cinta de balizar, de algún patrocinador, dichas calles pegándolas con cinta adhesiva de doble cara. Decidimos la segunda opción por la posibilidad de una incipiente lluvia que diera al traste con toda la pintura a la vez que intentar evitar, en la medida de los posible, la falta de linealidad en dichas calles.

A las 7 de la mañana nos dispusimos a construir nuestra pista improvisada en espera que los chavales tuvieran una pequeña fiesta del atletismo. Trás aproximadamente 1 hora de mediciones sobre el asfalto y gracias a un respeto por parte de la llúvia, conseguimos tener perfectamente marcadas y divididas unos 50 metros con 5 calles.

Las 8, quedaban aún otros 50 metros y 1 hora y media para finalizar, furgoneta que dobla la esquina, aún a pesar de las señales y vallas que indicaban claramente la prohibición de pasar por este tramo de calle. Acelera de forma intencionada, avisamos, incluso alguno de nosotros llega a increparle por tal actitud, el sigue acelerando, derrapa, vuelve a acelerar y el giro brusco de las ruedas despegan casi la totalidad de la cinta colocada hasta ese momento.

- ¡Tu eres tonto!, le grito con gran enfado.

Para la furgoneta y hace el ademan de bajarse de la misma con alguna intención violenta, supongo. De repente, vuelve a subir a su vehículo, tal vez, y a pesar de su tonteria, pudo darse cuenta que eramos tres los que corrían hacia el con la intención de hacerle ver su error. Arranca la furgoneta no sin antes gritar alguna cosilla que no pudimos comprender pero que parecía decir algo parecido a:

- ¡No podeís cortar la calle!

Bien, veamos, señor "tonto a las 8", ¿acaso no sabe usted que para cortar una calle se necesita el permiso del ayuntamiento y nosotros lo teníamos? ¿no vió, usted, estimado tonto a las 8, las placas que indicaban el no pasar por dicha calle? ¿Pretendía, usted, hacerse el hombrecito delante de la fémina que llevaba en el otro asiento? ¿o simplemente es usted tonto por definición?

Eran las 8 de la mañana y apareció el tonto de esa hora. Durante el día aparecerían más tontos, pero a decir verdad yo no los vi, a veces los tontos horarios se esconden a nuestros ojos.

El evento salió bien, las calles pudimos terminarlas sin problemas, por suerte el tiempo corrió a nuestro favor, y los chavales pasarón una mañana agradable, disfrutando de estas pequeñas carreras de velocidad. El año que viene intentaremos mejorar aquello, que en esta primera edición, no fue tan bien como pensábamos.

Por cierto, "tonto a las 8", el año que viene te esperamos a la misma hora, sin tí, esto no sería lo mismo, a pesar de llevar solo una edición, ya eres toda una tradición. Prometemos dejar algunas calles ya hechas para que puedas cubrir tus frustraciones personales.

lunes, 13 de abril de 2009

La lesión y el bichito.



Como todos los años, desde hace algún tiempo, como todas las semanas santas, he tenido un percance físico en forma de lesión. Sin realizar ningún entreno extremadamente duro, mi recto anterior ha sufrido una distensión que me ha tenido en el dique seco tres dias y con rodajes lentos y comodos hasta hoy mismo. En total una semana sin poder entrenar con normalidad.

Supongo que todo debe tener una explicación metabólica. Lo cierto es, que dicha lesión, ha venido acompañada por la activación de un citomegalovirus, que suena bastante complicado y serio. Sin embargo es un virus muy común y la gran mayoría de nosotros hemos estado expuestos a el alguna vez. Se relaciona con la varicela y la mononucleosis infecciosa.

No obstante el 90% de las personas que lo padecen no enferman, pero puede ser algo agresivo con lactantes y personas con un sistema inmunitario debilitado. En el caso de nosotros, los corredores, debemos tener especial cuidado y mimar a nuestras defensas corporales, ya que un grado de entrenamiento fuerte puede "despistar" a nuestro sistema inmunitario y dejar la puerta abierta a que el dichoso bichito entre por donde le apetezca.

Cierto es, que su contagio es a través del contacto con fluidos corporales, pero una acción tan simple, como el compartir una botella de agua, puede desencadenar el inicio de la infección. Aún trato de recordar por donde pudo asediar a mis defensas.

Y como antes he recordado en algunos parrafos atrás, todas las semanas santas desde hace algún tiempo, tengo algún tipo de situación adversa. El popliteo, el isquiotibial, los gemelos y este año el recto anterior. Fue al subir al coche, ni corriendo, ni saltando, ni realizando ningún esfuerzo fuera de lo común, sino un gesto de lo más natural, subir a un coche.

Pierna excesivamente adelantada, cadera excesivamente atrás, una mala coordinación y ¡¡¡zas!!!. Tras el suceso paciencia.

Pero, ¿Cual es el motivo que coincidan estos sucesos corporales en mi persona en fechas muy similares? ¿Es una tradición? ¿Quizá una costumbre de mi cuerpo que yo desconozca?.

Hoy ha sido el primer dia que he rodado durante 1 hora con ligeras molestias intermitentes, digamos que ando a un 85% - 90%. Y hoy, también, ha sido el primer día desde hace siete, que mi garganta ha dejado de doler, tanto al tragar saliva como con la ingesta de alimentos. Me he encontrado muy cansado, y para colmo, el cuádriceps derecho anda algo sobrecargado debido a la ejecución del gesto de carrera, algo modificado y exagerado, para proteger al recto anterior de la pierna izquierda. Una técnica de carrera circular excesivamente pronunciada, que supongo, y hasta puedo confirmar, que ha originado la circunstancia con el cuádriceps derecho.

Acaba la semana santa y con ella mi cuerpo vuelve a su estado natural, veremos que trae esta semanita en el 2010.

Amen.

jueves, 2 de abril de 2009

El Test de Kosmin

Como ya sabemos existe un gran número de test de campo que intentan establecer una previsión de marcas en determinadas distancias, unos más efectivos que otros, aunque dicha efectividad, evidentemente, depende de los resultados que se hayan obtenido con un número de atletas suficientemente valorable.

Hay que tener en cuenta que estos tipos de test establecen el estado de forma puntual del atleta y pueden servirnos, en un momento dado, para establecer una línea de progresión en los entrenamientos. No obstante para pautar las distintas intensidades de trabajo en los distintos mesociclos, existen otros test más fiables y orientados a tal fin.

Por lo tanto debemos tener presente que lo que hoy estos test nos dan como resultado, al dia siguiente pueden darnos una visión distinta del estado de forma atlético y esto se debe a varios factores:

- Ambientales.
- Psicológicos.
- Geográficos.
- Fisiológicos.

Personalmente y concretamente con mediofondistas suelo utilizar el test de Kosmin, mas conocido como el 2x1 para el 800 y el 4x1 para el 1500. Utilizo dos variantes y establezco una media a posteriori.


Para los 800 metros.


Variante 1: El atleta corre 2 veces durante 1 minuto al 100% con una recuperacion de 1 minuto, se contabiliza la distancia total recorrida.

Variante 2: El atleta corre 2 veces durante 1 minuto al 100% con una recuperacion de 3 minutos, se contabiliza la distancia total recorrida.

Ambas variantes suelo hacerlas en dias distintos y consecutivos.

Para los 1500 metros.

Variante 1: El atleta corre 4 veces durante 1 minuto al 100% con una recuperación decreciente, 3 minutos, 2 minutos y 1 minuto, se contabliliza la distancia total recorrida.

Variante 2: El atleta corre 4 veces durante 1 minuto al 100% con una recuperación de 1 minuto para cada minuto de actividad, se contabliliza la distancia total recorrida.

Ambas variantes suelo hacerlas en dias distintos y consecutivos.

Se realizan marcas en el terreno donde se va a realizar el test cada 5 metros. Es recomendable realizarlo en una pista de 400 metros.

Una vez obtenidos los 4 resultados aplicamos las formulas siguientes:

Para el 800 en ambas variantes:
Hombres: =217,77778-(Distancia total recorrida*0,119559)
Mujeres: =217,77778-(Distancia total recorrida*0,119559)+7

Para el 1500 en ambas variantes:
Hombres: =500,52609-(Distancia total recorrida*0,162174)
Mujeres: =500,52609-(Distancia total recorrida*0,162174)+10

Veamos un ejemplo con el 800.

Primer día. Variante 1.

Tramo 1:
Distancia recorrida: 375 metros.

Tramo 2:
Distancia recorrida: 355 metros.

Distancia Total: 730 metros.

Aplicamos Fórmula Masculina (realizamos test con atleta masculino)

217,77778-(730*0,119559)= 130,5


Segundo día. Variante 2.

Tramo 1:
Distancia recorrida: 380 metros.

Tramo 2:
Distancia recorrida: 365 metros.

Distancia Total: 745

Aplicamos Fórmula Masculina (realizamos test con atleta masculino)

217,77778-(745*0,119559)= 135,82

Establecemos media de ambos dias: 130,5 + 135,8 / 2 = 133,16 seg.

La marca obtenida será: 2.13:16

domingo, 22 de marzo de 2009

La primera competición.

El pasado 15 de Marzo, en Fuenlabrada, fue el debut de los chavales de nuestra escuela. Muchos de ellos no habían pisado una pista de atletismo y esa fue su primera toma de contacto. La competición no era nada extremadamente importante a nivel competitivo pero para ellos si lo fue, unos nerviosos, otros curiosos con todo lo que ocurría a su alrededor y la mayoría preocupados por el puesto que podrían ocupar.

En mi caso una pequeña ilusión por comprobar si el gusanillo del tartan entraba poco a poco en su interior y que todo aquello que hace años yo había vivido, empezaban, de alguna manera, a vivirlo ellos también.

Recuerdo mis primeras carreras en el estadio Vallehermoso y en la pista del parque sindical, cuando poco a poco fui descubriendo este deporte. En el fondo, debo confesarlo, me sentía un tanto especial, pues tenía claro que mi deporte era original, distinto, especial y que no existía ningún tipo de elemento esférico rodante por en medio. Durante aquellos años, en las distintas pruebas escolares que se celebraban, era de los primeros y en más de una ocasión conseguí alzarme con un primer puesto. Aquello me llenaba de orgullo personal y mi pequeña personalidad iba alimentándose, poco a poco, de las experiencias, que a mi manera, iba viviendo dentro y fuera del tartan.

Nunca tendré tiempo suficiente para agradecer a mis primeros entrenadores, Alejandro y Fernando, aquellos primeros consejos, en un país donde, aún menos que ahora, el atletismo era poco más o menos que un deporte prácticamente desconocido. Ellos me inculcaron el saber estar en una pista, la tranquilidad para asimilar una derrota e incluso la humildad para digerir una victoria. Esas primeras lecciones atléticas, ahora con los años, me han servido para desarrollar muchas actividades con nuestros chavales. Más que los conocimientos técnicos, más que las experiencias acumuladas en las carreras, lo más importante son el recuerdo de aquellas sesiones de entrenamiento en el Vallehermoso. Muchas gracias Alejandro, muchas gracias Fernando.

El pasado 15 de Marzo, ellos vivieron lo que yo viví hace mas de 35 años y la competitividad que demostraron y el coraje de muchos de ellos por acabar su carrera a pesar de las dificultades que tuvieron, me resulto emocionante y motivador. Muchas veces este deporte aporta muchas buenas experiencias y esta fue una de ellas.

Defendieron su pabellón con fuerza y honor y mas allá de los posibles premios que pudieran conseguir, quedo para la historia de la escuela de San Martín de la Vega la primera competición de unos chavales, de la primera promoción de una escuela municipal, que espero que podamos seguir ampliando, y que ellos, al igual que nosotros, sigan disfrutando con esta aventura atlética.

Muchas gracias chavales nos veremos en las próximas competiciones.

domingo, 15 de marzo de 2009

Conociendo el ATP un poco.


El trifosfato de adenosina o ATP, es una molécula que se encuentra en todos los seres vivos y constituye la fuente principal de energía utilizable por las células para realizar sus actividades. Esta molécula es utilizada por los músculos cuando requieren realizar una contracción que es la que origina el movimiento. La energía necesaria se produce o libera a partir de la ruptura de los enlaces de dicha molécula.

La célula muscular contiene una cantidad muy pequeña de ATP por lo que la acción contracción - relajación no puede mantenerse mas allá de 7 segundos aproximadamente. Para poder seguir con dicha actividad se debe conseguir una regeneración constante del ATP.

¿Cómo podemos conseguir esta regeneración? Sencillo, a través de los alimentos que se metabolizan en nuevas moléculas de ATP por medio de lo que se denominan vías energéticas.

El ATP es un intermediario metabólico en el flujo energético entre los substratos energéticos y los procesos de energía a nivel celular. La célula muscular tiene la propiedad de adaptar la producción de ATP a las necesidades de energía de cada instante, de tal manera, que se pueden incrementar varias veces los requerimientos energéticos en poco tiempo dependiendo del tipo de actividad física.

La concentración o reserva de ATP celular es escasa y no se modifica con el entrenamiento, de tal manera, que en la agilidad muscular humana para producir energía según las necesidades, radica el éxito o fracaso de la actividad física en cuestión. Es importante reseñar que si las necesidades de ATP son mayores que su disponibilidad, se debe recurrir a otro tipo de vías metabólicas como los hidratos, las grasas y las proteínas, tanto para reponer ATP como para crearlo.

domingo, 1 de marzo de 2009

Estilos y tipos de entrenador.

La personalidad del entrenador afecta de manera importante a sus atletas, sus formas de actuación son de vital importancia para optimizar la relación con sus pupílos. Es aquí donde la capacidad del entrenador mas se puede mermar, ya que si no consigue llegar a todos por igual, se convierte mas bien en un dictador o en un jefe.

La personalidad del entrenador influye favorable o desfavorablemente en el atleta, ya que afecta a la filosofía del entrenamiento y se refleja en la conducta deportiva de sus atletas. Esta influencia es mucho más influyente en los atletas más jóvenes, quienes al poseer una menor madurez, tienen una personalidad menos estructurada y, en consecuencia, son mas moldeables.

Podemos clasificar o distinguir tres estilos de entrenador, teniendo en cuenta, que nunca se muestran de forma pura, es decir, siempre son combinaciones con predominación de una u otra.

1. Autoritario.

- Marca disciplina.
- Rígido en las normas.
- Castigo habitual para cumplir las normas.
- Persona fría.
- No admite otros puntos de vista.
- Motiva mediante amenazas.
- Desprecio a los débiles.

2. Democrático.

- Permite que los atletas disfruten entrenando.
- Preocupación por los problemas de sus atletas.
- Refuerzo como motivación.
- Abierto a distintos sistemas de entrenamiento.

3. Permisivo.

- En competición está pasivo, relajado y distante.
- Improvisa más que planifica.
- Controla emociones.
- Parece controlar la situación al improvisar según acontecen los hechos.

Realizando una combinación, algo simplificada, de estos tres estilos, podemos distinguir dos tipos de entrenadores.

1- Entrenador dictador o jefe.

- Ordena.
- Inspira temor.
- Busca errores y culpabiliza.
- Asigna tareas impositivamente.
- Hace del entrenamiento una carga.
- Sabe como se hacen las cosas mejor que nadie.
- Maneja al atleta.

2- Entrenador lider.

- Apoya y escucha.
- Muestra buena voluntad y apoyo.
- Inspira confianza.
- Corrige y comprende.
- Da ejemplo, trabaja en equipo.
- Enseña como se hace mejor.
- Prepara a sus atletas.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Unos 4 x 1200 indoloros.

Hoy he vuelto ha realizar una sesión en pista y con clavos. Desde hace unos días venia sintiendo unas molestias algo preocupantes en ambos tendones de Aquiles como consecuencia de entrenos anteriores similares, aunque con una carga menor. Todo esto me obligó a realizar las sesiones de calidad bien por bosque, a base de cambios de ritmo, o por césped.

4 x 1200 con una recuperación de 200 al trote. Tras colocar, días atrás, un alza en los talones y el respiro a las sesiones en pista, los 1200 han resultado bastante prometedores en cuanto al dolor. Es evidente, que se trata de unos tendones muy bregados y machacados, pero es grato comprobar como, a pesar de todo, aún aguantan ciertas dosis de carga y quejándose lo justo, y hoy, ni tan siquiera ha existido dicha queja.

3:52, 3:51, 3:42, 3:43 estos han sido los tiempos de ejecución en cada una de las repeticiones, si bien es cierto que iba realizando una ayuda en un entrenamiento, pero esto le da, a nivel personal, un mayor crédito. A pesar del transcurso del tiempo, compruebo que puedo realizar ciertas sesiones con un nivel de exigencia determinado.

Trás haber tenido que retrasar mi debut en unos campeonatos oficiales por circunstancias burocráticas y otros menesteres, parece que aún puedo encender ese poco de mecha que queda.

Una vez de vuelta para casa, mi pensamiento rondaba la posibilidad de que volviera a atacarme ese pequeño pinchazo constante que se venía produciendo días atrás, sin embargo, no ha sido así. En este momento, mientras veo House, trabajo en algunas planificaciones y hago un descanso actualizando este humilde blog, mis tendones se encuentran sin molestias, pinchazos o dolores extraños, por lo que puedo aventurar un reinicio progresivo de calidad en los entrenamientos.

Por cierto, ¿Qué haría House con mi proceso tendinoso?

A esto último no hagáis mucho caso, supongo que es una curiosidad personal inspirada por este momento.

lunes, 9 de febrero de 2009

Ya tenemos Club de Atletismo a pesar de todo...

Acabó el periplo burocrático, por fin hay un club de atletismo en San Martín de la Vega y no ha sido fácil. Desde el momento que la idea surgió por los caminos de la Vega, tuvimos claro que la cosa no iba a ser una aventura sencilla.

El primer obstáculo fue el nombre del club, algo tan simple, se complicó sobremanera, pues a pesar de la imaginación que uno pueda aplicarle, existe una probabilidad bastante cercana de coincidir con algún nombre ya existente, os lo aseguro. Al final y sumando la imaginación y ganas de todos los fundadores conseguimos un nombre que nos dijera algo.

En el idioma griego existen dos palabras para carrera: dromos y agona. La primera se refiere exclusivamente a las competencias atléticas griegas (olimpiadas).

" Se levantó al instante el veloz Ajax, luego Odiseo y por fin Antioco, hijo de Néstor, que vencer solía. Alineados quedaron, y fue Quiles quien indicó la meta. Sin tardanza, el hijo de Olieo fue delante de todos los demás, pero Odiseo lo seguía de cerca, cuanto dista del pecho de quien hila el uso, y gira para envolver el hilo junto al seno ... " (Homero, La Ilíada)

Fue la carrera, con que tanto conocimiento y experiencia narra Homero en La Ilíada, una de las grandes aficiones de los griegos, hasta el punto de que era la única disciplina practicada en las más primitivas olimpíadas de las que se tiene noticia (año 776 a. de C.). Entonces los juegos sólo duraban un día y era la carrera (dromos) en torno al estadio, con una distancia de 192,27 metros, el plato fuerte del día.

Pues si compañeros, nuestro Club al final lo nombramos DROMOS en honor a aquella mítica carrera griega. Muchos nos dicen que es un nombre que no dice nada sobre nuestra localidad, sin embargo, creemos que si dice lo bastante sobre el espíritu atlético.

Tras algunos problemas con los estatutos, y después de un mes y medio de espera, recibimos el número de registro de la Comunidad de Madrid, papeles y papeles, actas, solicitudes, fotocopias, pero como buenos corredores de fondo llegamos con reservas para afrontar la siguiente etapa.

Hacienda, nuestra “querida y melancólica” hacienda. No había acabado todo, ahora tocaba la solicitud del CIF. Pelea con el formulario 036, del cual solo entendíamos el número, es decir el 036. Toda una mañana de gestiones, de subidas y bajadas de escalera. Esa mañana no entrené, pero como si lo hubiera hecho, los glúteos trabajaron de lo lindo. Al final, un pequeño enfrentamiento con la funcionaria de turno, una de esas funcionarias que piensan que todos aquellos que pasamos por el otro lado de la ventanilla debemos y tenemos la obligación de conocer los trámites por ciencia infusa. Piden lo que no pedían y lo que pedían ya no lo piden, una paradoja bastante usual en nuestra administración y su entramado burocrático.

Conseguimos el CIF, a pesar de todo, la cosa parecía ponerse seria. Para nuestra desgracia no podemos optar a las subvenciones de este año por parte de la Comunidad, un pequeño detalle en las bases nos lo impide. Necesitamos un año de antigüedad en el registro. Así que nuestra opción, en ese punto, es el ayuntamiento de nuestro municipio.

Así que a registrar el Club en el ayuntamiento. Aquello que parecía ser lo más simple, nos dio muchos mas problemas. La multitud de papeleo que nos pedían era desorbitada. Mas estatutos, mas fotocopias, certificados, actas, identificaciones, en fin, faltaron las escrituras de nuestros respectivos pisos.

Tras tres días de gestiones y a base de cabezonería nos dieron el registro municipal. Por fin somos un club como es debido. No ha sido fácil, la verdad. Se quiere ejercer demasiado control sobre las cosas por parte del sistema y al final el sistema falla por donde menos se lo espera y de forma descomunal.

Sinceramente, creo que las cosas se pueden hacer mas simplificadas, y no por eso ser menos efectivas o estables o confiables. Demasiada burocracia, excesiva, en pleno siglo XXI seguimos con el “Vuelva usted mañana”, ese que te hace sentir como en uno de los relatos de Germán List Arzubide como un personaje ingenuo e inocente que es incapaz de comprender las circunstancias que le rodean.

Y ahora lo patrocinios, que Dios, si existe, nos asista.

FUERZA Y HONOR para el Club de Atletismo DROMOS.

jueves, 22 de enero de 2009

Mis primeras series en "La Tapia"


Hace ya mucho tiempo que realice mis primeras series, aunque no se si realmente considerarlas como tal. Lo cierto es, que los cambios de ritmo eran constantes y todo ello sin darme cuenta apenas.

Era finales de los 60 y mi padre, como era costumbre todos los domingos, me llevaba en su antiguo citroen dos caballos a lo que hoy conocemos como “La Tapia”. Recuerdo que por aquellos tiempos no era una zona tan concurrida por corredores y atletas como ahora. Pasábamos con el coche al otro lado de la enigmática muralla, a una zona, que si mal no recuerdo, era bastante transitada por gentes a caballo.

Era una pradera enorme, llana y con matorrales dispersados por su terreno de forma caprichosa y aleatoria, en el horizonte no se divisaba apenas ninguna construcción, algo, que hoy, no ocurre, bien lo sabéis los que acostumbráis a realizar vuestros rodajes por esa zona. Mi padre sacaba del maletero sus herramientas, un cubo y algunos trapos y se disponía a realizar su bricolaje automovilístico de los domingos. Mientras, el balón de baloncesto, que siempre aparecía de forma sorpresiva ante mi, era abandonado al lado de una rueda de mi amigo, el citroen dos caballos (algún día explicaré esta extraña amistad).

Lo mío era corretear por aquella pradera inmensa, sortear matorrales, intentar alcanzar aquel horizonte limpio. Y allí, tras “La Tapia” de la Casa de Campo, inicie mis primeros entrenamientos de calidad, sin saberlo, poco a poco, domingo a domingo, intentaba llegar un poco más lejos, intentaba recorrer aquella pradera en su totalidad, hasta que “La Tapia” no pudiera alcanzarme. Mi padre me observaba, y a veces, tras su rostro serio y cansado, a pesar de su juventud, se vislumbraba una ligera sonrisa. No, yo no quería jugar al baloncesto, muy a su pesar, su hijo jamás seguiría la tradición paterna, de hecho la propia genética había decidido ya por mí.

Mi abuelo 2,02, mi padre 1,93 y el que escribe estas líneas, ya crecido, 1,80. La progresión inversa en la herencia de centímetros era evidente y esto parecía asumirlo mi padre con cierta benevolencia. Pero aquella falta de interés por realizar piruetas con cualquier elemento esférico era suplida por una gran energía para correr. Correr no me aburría, correr me divertía y en aquel prado detrás de “La Tapia” todos los domingos, realizaba mis primeras series. Con un jersey amplio, unos calcetines hasta la rodilla y unos zapatos bastante lejanos a las zapatillas técnicas de la actualidad, recorría una y otra vez los diversos caminos de aquel prado.

Nunca conté el tiempo que llegue a correr sin parar, sin realizar una recuperación, pero en mi concepto infantil, creía que parar era parecido a rendirme, a fracasar en el intento de llegar a aquel horizonte.

Cuando paso por el camino de “La Tapia” recuerdo aquellos domingos, y aún, a veces, sigo intentando alcanzar aquel horizonte tras dicha pared, hoy no tan limpio. No obstante tendré que dar las gracias, algún día, a mi padre, por guardar todos los domingos el balón en el maletero, mirar mi pequeño cuerpo por aquel prado y volver a sus tareas con el citroen dos caballos.

Siempre recordaré la misma pregunta de vuelta a casa.

¿Has ganado hoy?
Aún no padre, aun sigo corriendo en mi memoria por aquel prado, aun sigo día a día compitiendo contra mi mismo.

Fueron mis primeras series y yo sin saberlo.

jueves, 8 de enero de 2009

Tras el parabrisas.


Un nuevo año ha comenzado. En este año que entra nos espera un europeo en pista cubierta y un Mundial al aire libre, un mundial que servirá para levantar algunas espinas clavadas en la olimpiada. Personalmente espero volver a pisar el tartan con intenciones competitivas y para eso he vuelto, tras estas fiestas de un poco de desorden en los entrenos y las costumbres, ha entrenar con cierta dureza.

No obstante estas líneas no tienen, hoy, como objetivo relatar alguno de mis aburridos entrenamientos, ni tan siquiera algún suceso atlético de cierta relevancia, mi intención es compartir algunos pensamientos solitarios, melancólicos o quizá repentinos, que en una fría mañana uno puede tener.

Desde el parabrisas del coche divisaba un horizonte bicolor, un azul incipiente, que nacía entre los rascacielos y edificios de la Castellana y unas nubes con un gris claro empujando, intentando ocultar la luz de la mañana. Un año mas, muchos proyectos por cumplir, una escuela, un equipo, unas competiciones, etc. Pero quizá el proyecto más importante es mantener esa ilusión que con los años ha vuelto a dar esa chispa que uno cree perder con el paso del tiempo. Mientras fijaba la vista en el horizonte y las rayas blancas de los carriles pasaban inadvertidas a mi conciencia, la memoria ha vuelto a traicionarme. Mucho tiempo ha pasado desde que inicié este camino, un camino a veces duro pero otras, la mayoría, agradecido y positivo.

Gente que se ha quedado en el, compañeros que han dicho adiós de forma escondida y sin grandes portadas. Pero hoy, por alguna razón, he recordado a un compañero, se llamaba Teofilo. En el recuerdo quedará la estampa de Teófilo triunfando en los 1.000 metros del Campeonato de España juvenil. Los que tuvimos el placer de contemplar su zancada en Anoeta no podremos olvidarla. Aquella camiseta del Club Natación Reus Ploms vestía a uno de los más grandes talentos naturales que se han visto por las pistas españolas. Teofilo fue cinco veces campeón de España en diferentes categorías, siempre en el mediofondo. En 1985 fue el júnior más rápido del mundo en los 1.500, con 3'38''92, y en 1987 -con sólo 21 años- alcanzó las semifinales de los Mundiales de Roma. En 1991 registró el mejor crono de su vida deportiva con 3'35''84. Tenía por delante los mejores años de su carrera, pero su progresión se frenó y ya no participó en los Juegos de Barcelona.

Era rápido, amigo de sus amigos y melancólico. No se que pudo pasar por la cabeza de Teofilo, aquel 18 de agosto del 2004 para precipitar su cuerpo, que tantas pistas había recorrido, por una ventana de un hotel de Madrid. Lo cierto es que sentí su marcha como muchos del entorno atlético, pero tal vez aquellos que compartimos carreras con Teofilo, nos sentimos un poco traicionados a la vez que apenados, Teofilo, nos había abandonado, nos había dejado en el recuerdo sus últimas vueltas con una perfecta acomodación de la zancada en los últimos metros y sobre todo una soledad especial.

Mientras el recuerdo de Teofilo se difuminaba por el horizonte tras mi parabrisas, creo que alguna lágrima recorrió mis mejillas, quizá no quiera confesarlo, pero es posible que un incipiente llanto quisiera brotar. Acomodé mi conciencia en las rayas de los carriles y volví a la realidad de esta fría mañana.

No soy religioso, pues mis convicciones de fe son bastante escasas, sin embargo tendría que dar las gracias por seguir en este camino, por superar ciertos momentos que pudieron ser muy difíciles, en definitiva por seguir aquí. Teofilo no fue capaz, no pudo con la presión, tal vez no pudo con su alejamiento de las pistas, no lo sé, lo que si sé es que este camino debo acabarlo luchando, tal y como hacíamos en las pistas hace muchos años. Correr nos da la vida, es posible, por eso, seguiré en la brecha ilusionado e ilusionando a otros, a nuevos talentos, a atletas populares, a todos aquellos que quieran sentir en algún momento lo que es volar sobre cualquier superficie que permita poner un pie delante de otro de forma sucesiva.