jueves, 30 de diciembre de 2010

Acaba el 2010.


Parece una costumbre, últimamente, el acercarme por estas líneas muy de tarde en tarde, pero el tiempo no es mi mejor cómplice y debo pactar con el en la mayoría de los casos.

Acaba el año 2010 con muchos acontecimientos atléticos para recordar, sobre todo, un Europeo en Barcelona que será recordado por muchos aficionados y amantes de este deporte. Pero por desgracia, este año remata a nuestro deporte con la sombra del dopaje, la sombra de las malas artes deportivas sobrevolando su dignidad y valoración. Hace unos dias ocurrio algo que nos entristecio a todos los atletas, entrenadores y gentes que vivimos este deporte, supongo que no debo recordarlo.

Todos seguimos confiando en que sea un mal sueño, un sueño que nos haga sentir la realidad tal y como debe ser, pero en espera de que la justicia haga su trabajo no hay mucho más que decir. Algunas de las personas implicadas siguen, aún, siendo unos maestros para mi, independientemente del error que puedan haber cometido, su sabiduria atlética esta fuera de toda duda, lo han demostrado durante años. Pero la realidad es cruel en la mayoría de las ocasiones y me temo, que si todo se resuelve en su contra, serán recordados por estas últimas acciones.

Es dificil ser imparcial cuando alguien ama este deporte, como es mi caso, pero debo ser justo y si el error es grave, tan grave como para dejar al atletismo herido de muerte, dicho error se debe pagar.

Ese fatídico día, mis chicas aparecieron con el rostro serio, transformado, a muchas de ellas se les había caído un ídolo. Lo dificil será volverlo a levantar, aunque todo quede en un malentendido, o un error por parte de la investigación.¿Como explicarles los valores de este deporte tras tan grave suceso?. Han herido de muerte al atletismo, han herido de muerte al sufrimiento por la superación, han herido de muerte a la ilusión. No se si los culpables de esta herida son unos u otros, no se si todo esto es un pequeño montaje que se ha sobredimensionado, no se si en realidad los culpables son los que dicen ser, pero la realidad es que va a costar algún tiempo que la confianza en este deporte se restablezca, el daño ya esta hecho.

Mientras tanto seguimos trabajando con los chavales, con los atletas, porque seguimos creyendo que todo esto merece la pena y que calzarse los clavos sigue siendo un ritual ancestral.

No obstante, también nos queda la esperanza, esa musa que tarda en desaparecer de la condición humana. En ella nos seguimos apoyando, sabiendo que de una herida tan grave, la recuperación puede ser vigorosa, y resurgir con más fuerza aún. De momento mis chicas y chicos siguen entrenando, siguen "jugando al atletismo", con la perspectiva de que toda esta trama les viene grande y les queda lejos. Luego quedaran los efectos secundarios, la famosa "sombra de la duda" y ese dedo acusador que en este país es dificil de aplacar desde que Colón lo puso en posición horizontal con intenciones muy distintas y objetivos mucho más alentadores. Porque a pesar de todo, y aunque todo quede presumiblemente olvidado, durante algún tiempo, este deporte seguira señalado, marcado. Ahora nos toca a nosotros, a los técnicos y a los atletas, demostrar que aun queda mucho oro que puede relucir.

Cerramos el telón del 2010 y abrimos el 2011, un cambio de zapatillas que tal vez, nos pueda venir bien a todo el mundo del deporte. No somos dioses y pretender serlo es un error que puede acabar con nuestros verdaderos valores.

Feliz salida y entrada de año a todos. Nos vemos en el 2011.

Un abrazo.