miércoles, 17 de febrero de 2010

Tolerancia, deportividad y convivencia.


Hace algún tiempo, por falta del mismo, que no actualizo este blog, creo que ya ha llegado el momento. Últimamente vuelvo a sentir esa sensación marginal, esa forma de sentirse a un lado del rebaño, pero supongo que para todos aquellos que practicamos algún deporte minoritario dichos sentimientos han salido a flote alguna vez.

Quizá, se pueda pensar, que el atletismo no se pueda considerar dentro de ese grupo marginal, pero si uno lo piensa con detenimiento su desconocimiento es grande por parte de muchos. Durante estos dias he tenido que soportar algunos desprecios dialecticos respecto a la actividad atlética que desarrollo, tanto a nivel personal como en el Club, y curiosamente por parte de personas que se suponen deportistas.

Puedo entender la magnitud de seguimiento de algunos deportes mayoritarios, bien por su difusión mediática, bien por la educación que damos a nuestros niños, pero eso no les atribuye una patente de corso para tiranizar recursos, medios y prestigio. Pese a quien le pese, señores, el atletismo es la base de todo deporte, pensemos con detenimiento:

¿En que deporte no se corre?, quizá exista alguno, no obstante pasaré a la siguiente pregunta, ¿en que deporte no se salta?, por si existe la posibilidad de negar lo evidente planteare una tercera pregunta, ¿en que deporte no se realizan contracciones musculares de cualquier tipo?. Es mas, de todos es sabido que en muchos deportes se unen las tres respuestas en sentido afirmativo. Asi que, si hemos de considerar la importancia evolutiva de un deporte por su influencia en los demás, creo que el atletismo lleva mucho recorrido en este aspecto.

Puedo entender, que dada la filosofía de la sociedad de hoy en día, se venda un deporte en todos los ámbitos, por la imágen desproporcionada de sus deportistas o quizá por el dinero que estos pueden mover tanto en su vida profesional como personal, pero en el fondo no deja de ser una adaptación de movimientos corporales adaptados y derivados de cualquier expresión atlética. Digamos, que siendo algo egocentrico, en la definición, no existirian dichos deportes sin la calibración que realiza el atletismo de las capacidades fisicas de los deportistas.

Cuando uno asiste a competiciones fuera de nuestras fronteras puede notar cierta diferencia en cuanto a la aceptación, respeto y entendimiento de los que asisten a las gradas como público. Por desgracia, para nuestra cultura deportiva nos queda mucho por aprender.

Atletismo no es solo correr por correr, ni saltar por saltar, ni lanzar por lanzar, es una mezcla de todas estas caracteristicas para sacar de cada potencial fisico lo mejor de si mismo y quien no este muy convencido de ello, tal vez sería aconsejable que asistiera, aunque solo fuera una vez en su vida, a una competición de Decathlon o de Hepthalon. Las sensacionbes que uno obtiene al final son inolvidables. Es el ser humano en la expresión de su verdadera naturaleza.

Pero, aún hay mas, humildemente debo hacer un llamamiento a las administraciones, a los señores del sillón y respaldo alto, para que mediten. ¿No estaremos dando a nuestros hijos una visión equivocada del deporte?, no todo se mueve en torno a un objeto esférico, fuera de ese mundo hay más. Hay respeto, esfuerzo, sacrificio, compañerismo y sobre todo una mayor tolerancia por los errores humanos.

En el atletismo, como en muchos otros deportes, uno gana o pierde por si mismo, y el cambio de alguna de estas circunstancias no tiene nada que ver con la actuación decisoria de un tercero en discordia. El deporte esta compuesto de factores externos e internos y uno debe saber adaptarse a estos factores, si no es así, si reclama la culpa de su fracaso a terceros, tal vez uno deba pensar que su formación deportiva deja mucho que desear. Y todos sabemos que por desgracia hay muchos ejemplo, sobre todo en deportes de equipo. Uno gana o pierde los partidos, uno gana o pierde las carreras, uno gana o pierde las competiciones, nadie es responsable del resultado nada mas que el propio deportista y el entorno que trabaja dia a dia con el.

Hasta que muchos no logren entender estos conceptos, hasta que no seamos capaces de respetar los entrenos y actividades de otros deportistas estaremos muy lejos de considerarnos cultos deportivamente hablando. Vayan estas líneas como una reflexión.