martes, 21 de agosto de 2012

Adiós Londres, Bienvenido Londres.


Han pasado los Juegos Olímpicos y estamos de nuevo en un periodo Olímpico. Como cada cuatro años, el trabajo, las ilusiones y los objetivos de cada uno de los deportistas y profesionales del deporte pueden haberse cumplido o haber quedado en un adormecido sueño del que se volverán a despertar pasada esta presente Olimpiada.

Pero también surgirá de nuevo la rutina, una rutina representada por la atención hacia los mismos colectivos deportivos. Durante estos Juegos Olímpicos, como en cada uno de los anteriores, se ha podido mostrar al mundo la variedad del deporte, la multitud de posibilidades que existen en la practica deportiva, circunstancia, esta, que por desgracia quedará en un letargo casi obligado.

Mucha gente habrá descubierto modalidades deportivas que desconocían e incluso se habrán aficionado y quizá puedan ser nuevos practicantes. Pero esto solo ocurrirá en un porcentaje minoritario, ya que se volverá a prestar atención al mismo o los mismos deportes, dando cabida a una cultura deportiva disminuida. Por todo ello, las críticas que pueden oírse tras unos juegos Olímpicos por el fracaso de determinadas especialidades deportivas no están justificadas.

Queremos medallas, es mas, exigimos medallas, sin tener en cuenta que justo exigimos mas a aquellos que menos apoyamos. Lo que ha podido ocurrir en algunos deportes, respecto a los equipos españoles que nos han representado es, simplemente, una fiel imagen de la realidad de nuestra globalidad deportiva. Cierto que tenemos figuras aisladas, sin embargo, nos falta aún mucho para conseguir una homogeneidad en un alto nivel deportivo.

Curiosamente el deporte femenino español ha rendido mucho mas eficientemente que el masculino, justo, un deporte que carece de los apoyos, patrocinios y dedicación por parte de las administraciones. ¿Paradójico no?.

También hemos podido comprobar que aquellos deportes que, teóricamente, son la insignia e identidad del deporte español no han tenido una actuación acorde al nivel que se supone tienen. Tal vez tengamos que plantear la posibilidad, que el nivel real en ellos, no sea el que todos podemos pensar.

Adiós Londrés, muchos niños españoles, perderán ya la oportunidad de aprender y ver la belleza de muchas otras competiciones lejos de un campo de fútbol. Tendrán que esperar cuatro años. Pero aun el espectáculo deportivo no acabó, el 25 de Agosto comienzan los Juegos Paralímpicos, unos juegos que no parecen tener la llamada de los primeros, sin embargo, no tienen nada que envidiar en espectáculo, e incluso superan en emotividad.

Bienvenido Londrés, esto aun no acabó, aun existe la posibilidad de disfrutar del deporte en estado puro, de su variedad, de su espectáculo. Solo queda que los medios de comunicación sean lo suficientemente eficaces para darles la cobertura que se merecen. No obstante ha comenzado la liga de fútbol y eso es un obstáculo difícil de superar.

Yo por mi parte los viviré muy de cerca, no por el hecho que vaya a desplazarme a Londres, sino más bien por otras razones personales. Espero que nuestro deporte paralímpico tenga los éxitos que siempre ha cosechado en ediciones anteriores.

Suerte a todos nuestro deportistas y bienvenidos a Londrés, el espectáculo continua.

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