viernes, 19 de julio de 2013

ACTIVIDAD FÍSICA EN VERANO.



Cuando llega el verano y empieza el calor, hay algo fundamental que debe acompañar la práctica de actividad física: beber más de lo habitual. La regla básica es que hay que ingerir entre 1/2 litro y un litro de líquido por hora de ejercicio. Al terminar nuestra sesión debe­mos tomar una bebida que nos ayude a reponer las sustancias perdidas, cualquier bebida deportiva nos es perfectamente válida, pues con el sudor se pierde una gran cantidad de sales minerales.

Se puede encontrar una gran variedad de bebidas con estas características, por regla general lo recomendable son bebidas que contengan entre 30-60 gramos de carbohidratos, 240-355 miligramos de sodio y 50-110 miligramos de potasio.

No obstante os dejamos una receta casera para elaborar una bebida deportiva (isotónia) vosotros mismos:
  • El zumo de 1 o 2 limones
  • 1 litro de agua
  • 1 cucharada grande de miel
  • 1 pellizco de sal marina
  • 1 pellizco de bicarbonato sódico
Mezcla todos los ingredientes en una botella y deja que se disuelva la miel bien.
Es conveniente beberla fresca ya que los líquidos fríos abandonan antes el estómago y se evita así la sensación de hinchazón.
Las altas temperaturas se alcanzan en las franjas horarias comprendidas entre las 11:00 y las 19:00. Por tanto, lo importante es evitar esas horas centrales del día en la actividad.  Las temperatu­ras comienzan a descender de forma gradual a partir de las 19:00, por lo que, lo recomendable, es realizar la actividad  física antes de las 11:00 o después de las 19:00, contra más temprano, para los más madrugadores, mejor. La realización de actividad física en las horas cercanas al sueño puede activar nuestro organismo y no permitirnos un descanso completo.

Lo mejor es un bosque o un parque, ya que los árboles nos darán protección en forma de som­bra y la temperatura en este tipo de lugares suele ser más agradable.

La actividad física es adaptación. Igualmente pasa con el calor; si no lo soportas o te resulta pesado, si no te encuentras bien en tus entrenamientos con calor, ten paciencia, ya que, tras 3 o 4 días nuestro organismo se adaptará a las temperaturas altas y cada vez te verás menos afectado por las altas temperaturas, pero no por ello debemos dejar de ser prudentes.

Utiliza ropa de color claro y que quede un poco holgada. Las gorras pueden resultar muy útiles para protegernos del sol y  unas buenas gafas de sol también.

Si estas expuesto demasiado tiempo al calor corres el riesgo de sufrir un golpe de calor. Si tienes náuseas, pesadez de ca­beza, ve por la sombra, bebe y para la actividad, busca una sombra en la que descansar y repón líquidos. Dejar de sudar, es un signo más que significativo.

Disfruta de tu afición y escucha tu cuerpo, él es el que mejor sabe lo que te conviene.

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